...pero no es sólo de agresividad de lo que estamos hablando, sino también de... cómo decirlo... de una falta de delicadeza, quizá. Como hemos visto, los buenos modales entre los políticos parecen brillar por su ausencia. Pero también la discreción y la humildad se echan bastante en falta en el agitado ruedo de la política española.

La torpeza se instala en la política española