Los niños no vacunados no podrán ir al colegio en Italia
Esta semana, a los niños italianos se les dijo que no fueran al colegio, a no ser que pudieran demostrar que habían sido vacunados. El lunes prescribió una medida temporal que había relajado los requisitos de vacunación, y entró en vigor una ley anterior más estricta.
La ley más estricta, aprobada en 2017, establece que los niños de seis años de edad o menos no podrán asistir al colegio a no ser que puedan demostrar que han sido inmunizados contra el sarampión, las paperas, la rubéola, la varicela y la polio. A los niños de edades comprendidas entre los 6 y los 16 años no se les puede prohibir ir al colegio, pero sus padres podrían recibir una multa de hasta 500 euros. El pasado septiembre, el Gobierno italiano aprobó una medida temporal que permitía a los niños seguir yendo al colegio si sus padres decían que estaban vacunados. No era necesario un informe del médico.
Solo en la ciudad de Bolonia, a 300 niños no se les permitió acceder al colegio el lunes. Según las cifras oficiales, las tasas de vacunación en Italia están ahora alrededor del 95 por ciento, en parte gracias a la ley de 2017. Antes de la ley, las tasas de vacunación estaban por debajo del 80 por ciento.
Guillermo: | ¡Me alegro de que prevaleciera la cordura! Esto debe ser un enorme alivio para muchos padres. |
Carmen: | Sí, pero… quizá solo temporalmente. Según parece, el Gobierno italiano está preparando una nueva ley que relajaría de nuevo los requerimientos de vacunación. |
Guillermo: | Carmen, no entiendo por qué hay tan siquiera un “debate” sobre vacunación. Aquí en España también se ve algo parecido. Aunque en España no hay un gran movimiento antivacunación, como en Italia y algunos otros países. |
Carmen: | Siempre ha habido escepticismo sobre las vacunaciones, Guillermo. Especialmente, pienso, después del estudio de hace 20 años en The Lancet vinculando vacunación y autismo. |
Guillermo: | ¡Para! ¡Ese estudio fue refutado por completo! |
Carmen: | Ya lo sé. Pero alguna gente todavía cree que las vacunas son peligrosas. Parecen pensar que no quieren arriesgarse con sus hijos. Y les molesta que el Gobierno les diga que tienen que hacerlo. |
Guillermo: | Vale, entiendo que en la época en la que vivimos la gente cuestiona cualquier cosa relacionada con “el sistema”. ¡Pero, Carmen, es una cuestión de salud pública básica! Piensa en el brote de sarampión de 2017. ¡No hubiera ocurrido si más gente estuviera vacunada! |
Carmen: | No estoy en desacuerdo, Guillermo. Solo digo que hay muchos motivos por los que los padres no quieren vacunar a sus hijos. Especialmente, con tantos comentarios “online” y en las redes sociales contra la vacunación. |
Guillermo: | Las personas antivacunación no se dan cuenta de que su opinión es un lujo. |
Carmen: | ¿Qué quieres decir? |
Guillermo: | ¡Me refiero a que la gente puede darse el lujo de protestar contra las vacunas precisamente porque se ha vacunado a tanta gente! Por eso los brotes ocurren muy raramente. Si eso cambia, quizá nadie cuestionará la importancia de vacunarse. |