Guillermo: | Catalina de Erauso nació a finales del siglo XVI. Cuando tenía cuatro años, fue internada en un convento de San Sebastián. Debido a su comportamiento rebelde la trasladaron a otro convento con normas mucho más estrictas. Nunca llegó a ser monja, porque huyó del convento. Contaba entonces con quince años. Para no ser reconocida, se vistió de hombre y vivió como un hombre. Se hizo militar y luchó contra los nativos indígenas de América del Sur. En sus memorias se describe como ludópata, lesbiana y transexual. Al final de su vida consiguió un permiso del mismo papa de Roma para vestirse y firmar como hombre. |
Carmen: | ¡Parece una novela propia del Siglo de Oro español! |
Guillermo: | ¡Pues sí! En 1629, Juan Ruiz de Alarcón, el discípulo preferido de Lope de Vega, escribió una obra teatral sobre la vida de Catalina: La monja alférez. Estaba basada en su autobiografía. Supongo que Catalina la escribió para matar dos pájaros de un tiro. |
Carmen: | ¿Para matar dos pájaros de un tiro…? |
Guillermo: | Verás. Sus memorias iban acompañadas de la solicitud de una pensión vitalicia al rey Felipe IV. Aunque yo creo que también las escribió para justificar su vida… ¡Fue una ladrona, y además, una asesina! |
Carmen: | Como militar, quizá mató a mucha gente… |
Guillermo: | ¡Seguro! Aunque en sus memorias afirmó que mató a diez hombres, la mayoría por problemas de juego. Le gustaba jugar a las cartas, tenía deudas, se enfadaba con sus adversarios… ¡Robaba para quienes trabajaba! |
Carmen: | ¡Vaya! ¡Una mujer de armas tomar! ¿Cómo se hacía llamar, como hombre? |
Guillermo: | Después de su huida del convento era Francisco de Loyola. Cuando regresó de América se hacía llamar Antonio de Erauso… |
Carmen: | Esta mujer, viviendo como hombre, no debió de tener una vida fácil en los siglos XVI y XVII… |
Guillermo: | Así es. Estuvo en la cárcel, pues casi mató a un muchacho que se burló de ella. Después se enroló en la flota que partió hacia América. |
Carmen: | Huyó de sus perseguidores y fue a la búsqueda de nuevos horizontes. ¡Mató dos pájaros de un tiro! |
Guillermo: | Estuvo en muchos países: Perú, Colombia, Chile… Y siempre se creaba problemas por su carácter bravucón: riñas, peleas, robos, asesinatos… Pero sabía cómo salir impune: ¡se refugiaba en las iglesias! |
Carmen: | ¡Uf! Así mataba dos pájaros de un tiro: refugio y olvido. Por cierto, ¿narra en sus memorias su vida amorosa…? |
Guillermo: | Cuenta que estuvo con mujeres… Aunque al final de su vida, confesó al obispo que no era un hombre. Dos mujeres comprobaron, además, que era doncella; es decir, virgen. |
Carmen: | Y el Papa aprobó su transexualidad… |
Guillermo: | ¡A partir de aquí su leyenda creció! |
Carmen: | ¡Mató dos pájaros de un tiro: vivió como quería y se convirtió en una celebridad! |