La presidenta argentina adopta un ahijado para evitar una maldición
La presidenta argentina, Cristina Fernández, ha adoptado como ahijado a un joven judío para evitar que se convierta en un “lobizón”, u hombre lobo. El pasado martes 23, la presidenta recibió en su oficina a Yair Tawil y a su familia para realizar la tradicional ceremonia.
Según la leyenda local, el séptimo hijo varón de una familia se convierte en el lobizón, una criatura que luego de cumplir los trece años, sale a asesinar a otras personas. En 1920 se creó una ley nacional para contrarrestar esta vieja leyenda. Según la ley, los niños reciben la protección presidencial, una medalla de oro