A la toma de posesión asistieron unas 40 delegaciones extranjeras, pero no la presidenta saliente, Cristina Fernández de Kirchner. El Gobierno saliente y el entranteno habían podido llegar a un acuerdosobre dónde deberíarealizarse la entrega de los atributos presidenciales, un acto simbólico por el que el nuevo preside