Becarios gratis en los Premios Princesa de Asturias

Hace unos días fui a comer con unos amigos a una arrocería, y, además de disfrutar de una buena paella, tuve el placer —cada vez más infrecuente— de ser atendida por un camarero profesional. Sin perder la sonrisa, sirvió el arroz de manera rápida e impecable, mientras nos daba conversación a los adultos y bromeaba con los niños. Cuando acabamos de comer, cargó todo lo que había en la mesa sobre su brazo izquierdo, formando una pila, y, caminando a paso rápido y seguro, puso rumbo a la cocina.

Tengo serias dudas sobre si los invitados a los Premios Princesa de Asturias, cuya ceremonia se celebró