Marta no podía creer que yo no recordaba la leyenda de Anayansi. Ella tenía la misma reacción cada vez que yo olvidaba una de sus historias, y esto ocurría con bastante frecuencia. Pero esta vez era diferente. Esta vez Marta no tenía idea de que su anécdota era la pieza que hacía falta.

Hice lo posible para ocultar mi emoción y pregunté, “¿puedes refrescar mi memoria, por favor?”

Marta explicó todo en detalle:

“Hace algunos meses, tú necesitabas ayuda para vender unas máscaras ceremoniales. Eran de la tribu Waunana, habitantes de la jungla inaccesible entre Panamá y Colombia. Una región también conocida como “El tapón de Darién”. Querías más información sobre este misterioso lugar y yo te mostré una de mis piezas favoritas: Un diario de 1911 en nuestra colección de manuscritos anónimos. Pertenecía a un cartógrafo. Aparentemente, él estaba obsesionado con una leyenda sobre una colonia olvidada, llamada “Anayansi”... ¡No puedo creer que olvidaste algo tan fascinante!”

“¿Qué quieres que te diga?” le contesté. “¡Soy un nihilista egocéntrico! Pero ahora tienes toda mi atención. Por favor continúa, ¿qué decías sobre una colonia olvidada?”