¡Hola a todos nuestros oyentes! Bienvenidos a un nuevo capítulo de nuestro programa Advanced Spanish. Soy Gonzalo, y hoy estamos a miércoles, 1 de marzo de 2017. La noticia con la que abrimos esta semana, a mí me ha dejado profundamente preocupado. Veremos si se trata de una cosa puntual, aunque lo dudo…

Imagínense haber escuchado la noticia, hace un par de años, de que un gobierno acababa de prohibir a ‘The New York Times’, la BBC y otros grandes medios de comunicación el acceso a una conferencia de prensa. Y supongan que, en ese momento, alguien les pide hacer una lista de los diez países donde menos probable les parece la ocurrencia de dicho evento.

Creo que no me equivocaría al decir que Estados Unidos estaría en la lista de casi todos nosotros. Y, sin embargo, eso es precisamente lo que ocurrió en EE.UU. el pasado viernes 24 de febrero. Los medios antes citados, además de Los Angeles Times, The Guardian, Politico, BuzzFeed y Huffington Post fueron excluidos de la sesión informativa del secretario de Prensa de la Casa Blanca. No pretendo alarmar a nadie, pero he de serles sincero; me resulta imposible recibir esta noticia sin pensar en cómo empieza un régimen autocrático.

La siguiente noticia también es preocupante, pero por desgracia no es algo puntual. Siempre he visto a mis compatriotas españoles como gente creativa - ¡a veces, incluso demasiado! Entonces, ¿por qué no somos capaces de usar esa energía creativa como una fuente de innovación?

Hace algunos años, me encontraba viviendo en España y tuve la ocurrencia de ir a un banco con una idea de negocio. Yo iba preparado con mi plan financiero, mis datos de mercado, y demás… pero no iban por ahí los tiros.

Tras apenas unos minutos de conversación, y sin hacerme una sola pregunta sobre mi proyecto, el director de la oficina bancaria me dejó la cosa muy clara. Con maneras de funcionario, me pidió que por favor entendiera que el banco solo financiaba negocios que estuvieran ya en marcha y con un éxito demostrable. El “apoyo a emprendedores” que prometía el banco en anuncios de pre

Cuando las empresas empezaron a abrir cuentas corporativas en la redes sociales, para comunicarse con sus clientes, lo vi con mucho escepticismo. La verdad es que nunca me hubiera imaginado que, como veremos en la siguiente noticia, Twitter pudiera resultar un canal tan eficaz para exigir responsabilidades a una compañía.

Si me hubieran preguntado la semana pasada quién es Samanta Villar, habría quedado patente lo poco que veo la televisión - en mi defensa diré que soy de Netflix. Esta chica es una conocida periodista y presentadora de televisión española. Y en los últimos días es imposible leer la prensa española sin ver su nombre, porque anda metida en una pelea en Twitter de alcance nacional.

Para ponerles en antecedentes, les cuento que Villar ha publicado, hace apenas un mes, un libro titulado “Madre hay más que una”, donde cuenta su reciente experiencia como madre. Debo reconocer que no he leído el lib

Otros que, lo crean o no, también tienen cuenta en Twitter para comunicarse con sus “clientes”, son la Familia Real española. Aunque dudo que alguien les haya preguntado en Twitter acerca de la siguiente noticia...

Una conocida técnica para superar el miedo a hablar en público consiste en imaginarse a las personas de la audiencia desnudas. La idea no es provocar la excitación sexual del ponente, lo cual dudo que resultara de gran ayuda. De lo que se trata es de que el presentador vea a su público como personas ordinarias, y pueda dirigirse a ellas como si se tratara de un amigo o un vecino.

Hace unos años quedó claro que a los miembros de la Familia Real de España no les fascina la idea de ser vistos como personas ordinarias. En 2007, la revista satírica española El Jueves - prima hermana del Charlie

Los dibujantes de El Jueves tendrían mucho material para sus sátiras con lo que les contamos en la siguiente noticia. Para mí no es precisamente cosa de risa, pero estoy seguro de que eso no supondría un problema para la revista…

Me gusta pensar que soy un consumidor “activista”, y no un borrico persiguiendo ciegamente la última zanahoria del marketing. Así que suelo andar con las antenas puestas, a ver qué se oye de las compañías que nos ponen delante la zanahoria.

Es un hecho conocido que Steve Jobs era capaz de comportamientos muy agresivos y, en ocasiones, de tratar a sus colaboradores a patadas en pos de su visión. Estoy convencido de que su manera de ser obsesiva sigue viva en el ADN de Apple. Pero, en general, percibo Apple como una empresa decente. Por ejemplo, me consta que sus centros de datos funcionan al