La presión internacional aumenta sobre Nicolás Maduro

Nadie se lo esperaba. Aquello tomó a todos por sorpresa. Primero hubo una tímida señal a la que muy pocos dieron demasiada importancia: la noche del 22 de enero, Mike Pence, el vicepresidente estadounidense, lanzó un mensaje televisado de solidaridad con el sufrimiento del pueblo venezolano. Luego, en la mañana del 23 de enero, llegó la gran sorpresa: en medio de una manifestación multitudinaria en Caracas, Juan Guaidó, el presidente de la Asamblea Nacional, se autoproclamaba presidente transitorio de Venezuela. Guaidó declaraba no reconocer la autoridad de Nicolás Maduro y exigía la convocatoria inmediata de elecciones presidenciales libres, limpias y democráticas. Apenas quince minutos más tarde, Donald Trump cerraba la jugada, un plan que Washington llevaba meses planificando en secreto, junto a destacados miembros de la oposición venezolana. El presidente estadounidense reconocía públicamente la legitimidad de Juan Guaidó.