Japón da la bienvenida a su nuevo emperador
8 May 2019
Para muchos, la monarquía es un vetusto anacronismo en pleno siglo XXI. Argumentan tales críticos que es imposible defender los valores de la democracia y al mismo tiempo apoyar un sistema de gobierno en el que los máximos representantes, ya sean reyes o emperadores, no han sido elegidos por los ciudadanos. Si les soy sincero, no tengo yo demasiado claro si aquello constituye verdaderamente una gran contradicción. Países con monarquías bastante asentadas como las de España, Inglaterra, Suecia u Holanda se cuentan entre las naciones cuyos estándares democráticos sobresalen en todas las listas.