San Valentín no era especialmente romántico

Nada más lejos de la ternura, la delicadeza y –por qué no decirlo– de la cursilería que los orígenes de la festividad de San Valentín. La fiesta que hoy asociamos al amor romántico nació en la Antigua Roma… y no se caracterizaba, precisamente, por la dulzura.

Ni tarjetas con frases bonitas, ni flores, ni bombones. En su lugar, el sacrificio anual de un perro y una cabra desencadenaba, entre el 13 y el 15 de febrero, un ritual salvaje, las fiestas Lupercales. En esa celebración, hombres semidesnudos cubiertos de sangre azotaban a mujeres para ‘fomentar su fertilidad’. También se realizaba un sor