Vivir en Barajas: la vergüenza internacional del aeropuerto de Madrid
21 May 2025
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Cuando de pequeño
veía a alguna persona sin hogar, sentía miedo por partida doble: me asustaba el vagabundo y me aterrorizaba la idea de acabar igual. Luego aprendí que
nadie está a salvo de dar con los huesos en la calle. Perder el empleo, sufrir una ruptura afectiva, abusar del alcohol o las drogas,
padecer una enfermedad mental. Si estas situaciones se concatenan, en un perverso efecto dominó, es fácil llegar a un punto
en el que parece no haber retorno.
Tiene que ser horrible
vivir a la intemperie: no poder descansar, asearse o cocinar.
No sentirse seguro, temer una agresión en cualquier mo