La guerra se muda al ciberespacio
6 December 2017
Ante el incierto e inestable panorama geopolítico que desde hace mucho tiempo se nos presenta por delante, al menos hay una sola cosa cierta: todo el mundo teme a Rusia. El gobierno de Vladimir Putin precisamente juega a las cartas de la desestabilización mundial. Sabe a la perfección que la unidad internacional opera en contra de sus intereses nacionales. Allí donde meten sus narices las agencias de espionaje y seguridad rusas, se genera el caos. Ya sea interfiriendo en las elecciones estadounidenses, holandesas o francesas, inmiscuyéndose en el Brexit o en el proceso independentista catalán, o debilitando los avances democráticos en Ucrania y los países bálticos, siempre allí se encuentran agazapados infinidad de “trolls” y “hackers” bajo el amparo del Kremlin. Es por ello que la comunidad internacional finalmente ha puesto ojo avizor y está tomando las medidas necesarias para contrarrestar la amenaza. Ya no se trata únicamente de realizar las tradicionales maniobras conjuntas de entrenamiento militar, tales como las que Estados Unidos y los países bálticos han desarrollado en los últimos meses ante la hipotética amenaza de una invasión rusa. Ahora el escenario bélico se ha ampliado también al ciberespacio, un modo de hacer la guerra en el que los rusos llevan bastante ventaja a sus contrincantes. Es por ello que la OTAN ha decidido recobrar el tiempo perdido y plantar cara al enemigo.