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On the tip of your tongue

En la punta de la lengua

Out of sight, out of mind

Ojos que no ven, corazón que no siente

Foolish words fall on deaf ears

A palabras necias, oídos sordos

Seeing is believing

Ver para creer

Beauty is in the eye of the beholder

Todo depende del cristal con que se mire

Talk is cheap

Las palabras se las lleva el viento

Looks can be deceiving

Las apariencias engañan

My ears are burning!

Pitar los oídos

To sound like a broken record

Sonar como un disco rayado

Music to one's ears

Ser música para los oídos

To waste one's breath

Gastar la saliva

To spread the word

Correr la voz

Loose lips sink ships

El pez muere por la boca

Something left unsaid

Quedarse en el tintero

Cat got your tongue?

Te comieron la lengua los ratones

Burned in your memory

Grabado a fuego

Otro gallo cantaría - We would be singing a different tune

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AA
María: Hace poco tiempo hablamos de cómo la epidemia de fiebre amarilla de 1871 reconfiguró la ciudad de Buenos Aires. Si no hubiera sido por esta letal enfermedad, otro gallo cantaría. La capital argentina tendría otra forma y, además, no existiría el Cementerio de la Chacarita, que nació para albergar a los muertos por la epidemia. Al día de hoy, la Chacarita sigue siendo el cementerio más grande de la ciudad. Es conocido por albergar los restos de los más grandes artistas argentinos, desde el cantante de tango Carlos Gardel a la poeta Alfonsina Storni y el pintor Benito Quinquela Martín. Pero muchísimos visitantes ignoran que en el medio del cementerio hay un edificio único: el Sexto Panteón. Yo creo que esto te interesará mucho, Jesús, porque sé que eres fanático del brutalismo. Sí, debajo de la tierra se esconde un complejo gigante de hormigón donde descansan los restos de miles de personas. Una obra creada en los años cincuenta por la arquitecta Ítala Fulvia Villa que ha quedado casi olvidada. Y yo creo que, si no la hubiera construido una mujer, otro gallo cantaría y este panteón aparecería en todos los libros de arquitectura modernista.

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