A finales del siglo XIX y comienzos del siglo XX, la ciudad de Buenos Aires recibió una gran oleada de inmigrantes provenientes de Europa. La cantidad de europeos que arribaban al Río de la Plata fue tal que cambió las costumbres, las características físicas, la gastronomía, y hasta la forma de hablar de los argentinos.
Los habitantes de esta ciudad-puerto tomaron muchas palabras de las lenguas y dialectos que hablaban los inmigrantes. En los barrios de clase baja se desarrollo lo que se llamó “lunfardo”. Muchos términos de esta jerga forman parte hoy del “castellano rioplatense”, la lengua que se habla en lugares como Buenos Aires, Rosario y Montevideo.
Los habitantes de esta ciudad-puerto tomaron muchas palabras de las lenguas y dialectos que hablaban los inmigrantes. En los barrios de clase baja se desarrollo lo que se llamó “lunfardo”. Muchos términos de esta jerga forman parte hoy del “castellano rioplatense”, la lengua que se habla en lugares como Buenos Aires, Rosario y Montevideo.