Gustavo Petro es un presidente distinto al resto de dirigentes que han gobernado Colombia en la historia contemporánea, y su toma de posesión —el pasado 7 de agosto— también fue diferente a todas las demás. Hasta el clima de Bogotá, gris y lluvioso, pareció transformarse para el acto de inauguración. Una tarde soleada y apacible acogió a las decenas de miles de personas que abarrotaron la plaza de Bolívar para asistir a la ceremonia. Petro juró su cargo entre numerosos símbolos con los que trató de representar el cambio político que ahora pretende impulsar.
Colombia, siempre gobernada por líder
El acuerdo entre el Gobierno de Panamá y la asociación de profesores, ratificado el pasado 2 de agosto, ha supuesto el punto final de la mayor oleada de protestas en la historia reciente del país. Los docentes iniciaron el paro a principios de julio para exigir medidas contundentes contra el alza del coste de la vida, así como un aumento en la inversión pública para la educación. Su iniciativa fue apoyada por diversos sectores laborales y civiles, como el sindicato de la construcción, los movimientos estudiantiles y las organizaciones indígenas: todo un estallido social que durante un mes para
Las alarmas en las cancillerías de todo el mundo se encendieron el pasado 2 de agosto cuando un avión Spar-19 de la fuerza aérea estadounidense comenzó a aproximarse a Taiwán. A bordo de la aeronave viajaba la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, quien aterrizó en Taipéi sobre las once menos cuarto de la noche, hora local. Pelosi, en viaje oficial por la costa pacífica de Asia, había evitado confirmar hasta entonces si visitaría la isla. Su llegada a este territorio, que China reclama como propio, provocó —tal y como estaba previsto— una furiosa reacción d
Una coreografía de bailes folclóricos y una representación de rituales tradicionales de agradecimiento a la naturaleza destacaron en la inauguración de una peculiar competición futbolística. La ceremonia se celebró en el estadio de Villa Tunari, una gran cancha —con capacidad para 25.000 espectadores— construida hace cuatro años en esta localidad del departamento de Cochabamba, en el centro de Bolivia. Antes de que rodase el balón en el partido inicial del campeonato, los aficionados desplegaron un enorme mosaico en el graderío, aunque no para animar a ningún equipo. En la pancarta exhibida en
Alfredo, el entrañable proyeccionista de Cinema Paradiso, le da un último consejo a su aprendiz Totò, antes de despedirse de él para siempre. Un instante antes de que el protagonista de la película abandone el pueblo siciliano de Giancaldo, su viejo y ciego amigo le susurra al oído: “Nunca regreses, no mires atrás, no te dejes vencer por la nostalgia”. Ese poderoso sentimiento, la añoranza, es el cimiento sobre el que se construye el filme —cuyo argumento fundamental es la vuelta de un hombre a su hogar—. La nostalgia impregna también el próximo proyecto del director Giuseppe Tornatore, quien