Saludos, estimados oyentes. Mi nombre es Gonzalo y os doy la más cordial bienvenida a nuestro programa informativo correspondiente al 6 de marzo. Tenemos que empezar, como no puede ser de otra manera, abordando el asunto que en estos momentos copa las portadas de todos los periódicos españoles: el juicio a la cúpula independentista catalana. Comenzamos...

El pasado 27 de febrero, al finalizar el partido entre los eternos rivales del fútbol español, el Real Madrid y el Barcelona, Gerard Piqué respondió a la pregunta de un entrevistador acerca de los supuestos errores arbitrales que ayudaron a la victoria del Barça: "Si en España hablásemos más de los presos políticos y menos de las decisiones arbitrales, viviríamos en un país mejor". Con estas sorprendentes palabras, el jugador catalán se refería al juicio que se viene desarrollando, desde hace dos semanas, en contra de los líderes independentistas catalanes. La reacción en las redes sociales no se hizo esperar: ¿Realmente a Piqué le parece escasa la cobertura mediática del juicio? ¿De verdad hay que hablar más acerca de este proceso? ¿No ha tenido Piqué suficiente?

...definitivamente este juicio no ha hecho otra cosa más que agitar los ánimos de muchos políticos españoles. Y aquello se ha percibido con claridad en el Congreso de los diputados, el cual hace unos días ha vivido una sesión bastante acalorada...

Quizá hubo un tiempo, ahora muy lejano, en que los políticos lograban aparcar sus diferencias, buscaban puntos en común y conseguían ponerse de acuerdo por el bien de la comunidad. Ahora esos tiempos, si es que existieron alguna vez, parecen perderse entre las sombras del pasado. Hoy en día, da la impresión de que en todos los congresos del planeta se han instalado la bronca, la enemistad y la crispación; incluso el insulto y la falta de respeto. Si a ello le sumamos la fragmentación de innumerables partidos que, al menos en Europa, se observa en muchos parlamentos, entonces tenemos la fórmula

...pero la incapacidad de los políticos para llegar a acuerdos no es un mal que únicamente se percibe en España. Por desgracia, es algo que se está repitiendo, cada vez con más frecuencia, en todas las latitudes del planeta. Lo vivido la semana pasada en Hanoi es un claro ejemplo de este problema contemporáneo y global...

Donald Trump ha vuelto a tener una semana bastante mala. Y ya son muchas. Sería difícil determinar si la pasada ha sido la peor semana de todas, pero de lo que no hay duda es de que debe de estar en el top five. Primero fue la reunión entre el presidente estadounidense y el dictador norcoreano Kim Jong-un, celebrada en Vietnam. El encuentro, calificado como "gran fiasco" por todos los analistas y observadores, tuvo que ser interrumpido el pasado 28 de febrero. Las versiones que explican este fracaso diplomático son contradictorias.

En palabras de Donald Trump, el régimen de Pyongyang habría ex

...sin lugar a dudas, la semana pasada ha sido nefasta para Donald Trump. Y muy difícil también ha sido la semana vivida por el Real Madrid en su estadio…

El Real Madrid lo intentó. Una y otra vez. Y aun así no fue suficiente. Dos veces tropezó con la misma piedra: el Barça de Leo Messi. Y en una misma semana. Y para mayor escarnio, sufrió las derrotas en su propia casa, en el emblemático estadio madrileño Santiago Bernabéu. Delante de sus propios aficionados, quienes tuvieron que soportar la dolorosa humillación de ver perder a su equipo dos veces seguidas ante su principal y eterno rival.

Primero fue el pasado 27 de febrero. A pesar de las constantes acometidas del equipo blanco durante los 90 minutos, al Barcelona apenas le bastaron tres llega

...y vamos a finalizar nuestro programa adentrándonos en el mundo del arte. Un mundo fascinante que, al igual que la política y los deportes, también es capaz de agitar las emociones y generar bastante polémica...

Si hay algo que define al arte contemporáneo es su necesidad de perturbar o conmocionar al espectador, así como de generar polémica en los medios de comunicación. Más allá de la búsqueda de la perfección estética, el arte contemporáneo intenta, tal como decían hace algún tiempo los franceses, épater les bourgeois. Hoy en día, renombrados artistas como Damien Hirst o Jeff Koons son más conocidos por la controversia que generan sus piezas —así como por los millones de dólares que alcanzan en las subastas— que por la calidad artística de las mismas.

Algo de esto pudimos presenciar en Arco, la feri