Saludos, queridos oyentes. Mi nombre es Gonzalo y os doy la más cordial bienvenida a nuestro programa correspondiente al 28 de noviembre. No sé si vosotros tendréis la misma percepción que yo, pero tengo la impresión de que todo el mundo está un poco malhumorado hoy en día. Y en primer lugar los políticos. Ahora que lo pienso, ¿serán ellos quienes desean que todos los demás también estemos enfadados? Una estrategia que, sin ninguna duda, rinde buenos frutos electorales. Por desgracia, la agresividad y el enfado han llegado también al Congreso español. Esperemos que sólo sea algo transitorio...

"Día de la vergüenza". La gran mayoría de los políticos que participaron, el pasado 21 de noviembre, en la sesión del Parlamento español utilizaron esas palabras para describir lo sucedido. El propio presidente, Pedro Sánchez, envió ese mismo día un mensaje a través de las redes sociales a modo de disculpa pública: "Hoy se han dicho y hecho cosas muy graves. Los representantes políticos debemos estar a la altura de lo que nos exige la ciudadanía. Para ello, hago un llamamiento a la responsabilidad de todos los partidos políticos".

...pero no es sólo de agresividad de lo que estamos hablando, sino también de... cómo decirlo... de una falta de delicadeza, quizá. Como hemos visto, los buenos modales entre los políticos parecen brillar por su ausencia. Pero también la discreción y la humildad se echan bastante en falta en el agitado ruedo de la política española.

No creo que todo lo que está ocurriendo sea algo exclusivo de España. Quizá sea uno de los síntomas del malestar de nuestro tiempo, una de esas señales que comienzan a percibirse por doquier en todas las latitudes del planeta. Me refiero a la vulgarización y a la banalización de la política. Una actividad humana profundamente noble que, en teoría, debería estar dirigida a fomentar la concordia entre los ciudadanos y el progreso de la sociedad en su conjunto, hoy en día pareciera degradarse a pasos agigantados. Uno tiene la impresión de que los mejores entre nosotros han dejado de interesarse e

...cambiemos un poco de asunto. Tanta torpeza y agresividad nos ponen a todos de mal humor, sin duda alguna. Por fortuna, siempre habrá entre nosotros quienes intenten enfrentarse a los problemas cotidianos haciendo uso del sentido del humor.

Uno de los problemas que más preocupan a los españoles es el aumento vertiginoso del precio de los alquileres, principalmente en ciudades como Madrid y Barcelona. Desde hace algunos años, los precios se han disparado, obligando a muchas familias —y sobre todo a los más jóvenes— a buscar apartamentos en los extrarradios de las grandes urbes. Alquilar hoy en día una simple habitación en el centro de Barcelona o Madrid vale prácticamente lo mismo que costaba, hace menos de una década, el alquiler de un apartamento entero en la misma zona. Las razones que explican esta subida imparable son muchas.

…a partir de ahora vamos a adentrarnos en el apasionante mundo de los deportes. Por desgracia, la noticia que viene a continuación no es estrictamente deportiva, sino que está relacionada con la violencia que muchas veces acompaña a las grandes competiciones en los estadios...

Era la disputa más esperada en la historia del fútbol argentino. Bueno, aún lo sigue siendo. Los ojos de los aficionados al fútbol en todo el planeta estaban puestos sobre esta final inédita, un partido que muchos habían descrito como "la final del siglo". Los dos equipos más importantes de Argentina, Boca Juniors y River Plate —ambos afincados en la capital— se debían enfrentar en Buenos Aires para determinar quién sería el campeón de la Copa Libertadores de América. Para que os hagáis una idea, esta final sería el equivalente a una final de la Champions europea entre el Barcelona y el Real M

...estamos llegando al término de nuestro recorrido informativo, y finalmente, ahora sí, vamos a centrarnos únicamente en el aspecto deportivo.

Los organizadores del circuito de tenis y, sobre todo, los grandes aficionados al "deporte blanco" —entre los que me cuento— llevaban ya varios años algo preocupados: ¿qué pasaría cuando los grandes veteranos se retiraran? Roger Federer, Rafael Nadal y Novak Djokovic prácticamente han monopolizado todos los trofeos de los grandes torneos durante más de una larga década. Nunca en la historia del tenis habían coincidido tres talentos tan competitivos, ni por tanto tiempo. Tradicionalmente los tenistas al pisar la treintena ya tenían que ir pensando en colgar las raquetas, si es que ya no lo hab