Queridos oyentes, bienvenidos a una nueva edición de nuestro programa. Mi nombre es Gonzalo, y hoy estamos a miércoles 12 de Diciembre de 2018. Para empezar, me gustaría hablaros de unas elecciones que han marcado la actualidad política española durante los últimos días.

Las elecciones andaluzas de la pasada semana han confirmado los peores pronósticos de las encuestas: Vox, el partido de ultraderecha que se presentaba por primera vez a esos comicios, ha obtenido casi 400.000 votos, lo que representa un 11% del total. De esta forma se ha convertido en una fuerza decisiva de cara a un hipotético pacto entre partidos de derechas para formar gobierno.

Hablemos ahora de lo que ocurre al nordeste de la península ibérica, en donde el movimiento independentista catalán se prepara para unas Navidades difíciles.

Todos los lunes por la noche, en una plaza del barrio de Gracia de Barcelona, se concentran cientos de personas que sostienen pancartas reclamando la libertad de los políticos independentistas encarcelados. Movilizaciones similares se ven cada semana en muchos otros lugares de Cataluña. Además, miles de personas van por la calle luciendo en su solapa un lazo amarillo, el símbolo que representa la solidaridad con los presos y la exigencia de su liberación.

Hace más de un año que el encarcelamiento de los líderes independentistas está en el centro del debate político catalán. En el otoño de 2017,

En Madrid, mientras tanto, se ha celebrado esta semana el cuadragésimo aniversario de la Constitución.

Hace cuarenta años que el día 6 de diciembre es festivo en España. Se celebra que en esa fecha, en el año 1978, se aprobó en referéndum la Constitución actualmente vigente.

Durante las últimas semanas, las páginas de los periódicos se han llenado de artículos de opinión sobre las virtudes y defectos de la Carta Magna. Son muchos los que piensan que el peculiar conjunto de fuerzas existente cuando se redactó ha condicionado excesivamente el resultado final. Por aquel entonces, España venía de pasar cuarenta años bajo la dictadura fascista del general Franco y el aparato del Estado estaba encabez

Vayamos ahora a Francia, que desde hace muchos días vive inmersa en un clima de gran alteración social.

Hace semanas que el movimiento francés de los Chalecos Amarillos está acaparando la atención de los medios de comunicación en todo el mundo. Pero no resulta nada fácil comprender exactamente qué es lo que está sucediendo, ni identificar cuál es el epicentro político de una protesta que no para de crecer. La mecha encendida por las primeras manifestaciones ha generado en todo el país una especie de clima pre-revolucionario, en el que confluyen reivindicaciones heterogéneas y personas con ideología muy distinta. Y, para acabarlo de complicar, casi todos los partidos políticos del arco parlamenta

Y, para terminar, voy a hablaros de un tema que tiene en pie de guerra a los aficionados de uno de los clubes de fútbol más modestos de la primera división española.

La Liga española de fútbol empezó este año con una noticia inesperada. A mediados de agosto, coincidiendo con el inicio de la competición, sus organizadores anunciaron un acuerdo con una gran empresa norteamericana para celebrar algunos partidos del campeonato en los Estados Unidos. El objetivo que se perseguía era popularizar el fútbol y en concreto La Liga, entre los aficionados norteamericanos. La pasión por este deporte está creciendo en los Estados Unidos, así que son muchos los que ven en ello una suculenta oportunidad de negocio.

A las pocas semanas de este anuncio, La Liga comunicó que