¡Hola a todos, y bienvenidos a un nuevo episodio de nuestro programa informativo semanal! Yo soy Gonzalo, y hoy estamos a miércoles, 5 de mayo de 2021. Hoy abrimos el programa con la horrible tragedia que se está viviendo en India, con la llegada de la segunda ola de la pandemia de coronavirus. Después hablaremos de las conclusiones de un concierto experimental celebrado —sin respetar la distancia de seguridad— el mes pasado en Barcelona. Sin abandonar la región catalana, comentaremos la curiosa festividad de Sant Jordi, y dedicaremos también un segmento a hablar de la accidentada campaña electoral que se vivió en Madrid. Para cerrar el programa de hoy, discutiremos la aprobación de una nueva y polémica arena para el más famoso de los anfiteatros romanos.

La semana pasada, India alcanzó la terrible cifra de 200 mil víctimas mortales a causa de la pandemia de coronavirus. En los últimos días, el número diario de muertos por Covid ha sido tal que ciudades como Delhi se han visto obligadas a instalar crematorios improvisados en lugares públicos. Los hospitales están desbordados, y cada vez hay mayor escasez de provisiones básicas, como el oxígeno. Ver en los medios internacionales las imágenes de la tragedia es alarmante. India está pasando por un infierno.

En enero y febrero, el número de casos de Covid en el país era relativamente bajo. El Gobier

Ahora mismo, en India hay pocos motivos para el optimismo en relación a la pandemia. Entretanto, en nuestro país los resultados de un reciente experimento social permiten soñar con celebrar conciertos en directo… y sin distancia de seguridad.

Hace unas semanas comentamos en el programa el emocionante evento musical celebrado a finales de marzo en el Palau Sant Jordi de Barcelona. 5.000 afortunados pudieron disfrutar de un concierto en directo del grupo catalán Love of Lesbian casi como antes de la pandemia: sin guardar la distancia de seguridad, cantando, bailando y divirtiéndose con la música, inmersos en la multitud. Solo de imaginárselo casi se le saltan a uno las lágrimas. Y en el Palau Sant Jordi ciertamente más de uno lloró de la emoción.

El concierto se celebró bajo la estricta supervisión de las autoridades sanitarias, y con

Y, si la música se ha apuntado una victoria contra la pandemia en Cataluña, la literatura tampoco se queda atrás, como les contamos en la siguiente noticia.

San Jorge es uno de los santos más populares del Cristianismo. En Europa, impresiona la cantidad de lugares que lo tienen como patrón. Solo en España, hay al menos media docena de sitios que reclaman la protección del santo. Entre ellos destaca quizá especialmente Cataluña, por ser la Diada de Sant Jordi —el Día de San Jorge— una de las fiestas más queridas de la región.

Pero, en Cataluña, la celebración del día del santo patrón el 23 de abril coincide con otras dos tradiciones. Por un lado, la costumbre catalana de origen medieval de que los hombres regalen una rosa a la mujer amada. Y, por ot

Barcelona parece estar obrando un pequeño milagro cultural. Entretanto, Madrid acaba de experimentar, en gran parte por cortesía de la extrema derecha, una de las campañas electorales más indecorosas que se recuerdan.

Las elecciones autonómicas de la Comunidad de Madrid, celebradas ayer martes, 4 de mayo, han sido un fiel reflejo de la fealdad de la política actual en España. Y de los peligros de tener a la extrema derecha infiltrada en nuestro sistema democrático. Uno de los episodios más lamentables de la campaña electoral madrileña ocurrió el pasado 23 de abril, día en que la Cadena SER había organizado el segundo debate entre los candidatos de las principales fuerzas políticas.

El día anterior al debate, Pablo Iglesias, exvicepresidente del Gobierno y candidato del partido Unidas Podemos a las elecciones

En el último segmento del programa, dejamos la arena política para comentar una noticia sobre otro tipo de arena… la del Coliseo. Tras mucho tiempo con las entrañas al aire, parece que el anfiteatro más famoso del mundo recuperará parte del aspecto que tenía en sus días de gloria.

Saber envejecer es un arte, pero no solo para la carne; también para la piedra. Unas ruinas, o un bello edificio dilapidado, nos transportan a otro tiempo, y pueden tener un poder sugestivo del que quizá no disfrutaron en su juventud. Aunque no siempre. No sé si los filósofos han estudiado los misterios de la estética en monumentos antiguos, pero, a mi modo de ver, no toda piedra es bella simplemente por ser vieja.

He de reconocer que, cuando hace unos años visité el Coliseo, en Roma, tenía las expectativas por las nubes. Había visto, por supuesto, imágenes del exterior del anfiteatro. Y la fac