El Diario de Ernesto Madero
Capítulo 3 – El Zócalo
Estoy volando
entre espesas nubes grises. Mis brazos estirados como si fueran alas, cortan las nubes en
trizas que se convierten en pequeños
remolinos. Es la sensación más increíble que jamás he sentido en mi vida. Pero, de pronto, ¡empiezo a caer!
Estoy en caída libre y el suelo se aproxima a toda velocidad. Cierro los ojos anticipando el impacto, que sin duda
me dejará totalmente destruido.
Pero no pasa nada. Con los ojos aún cerrados,
puedo oír sólo el viento y en la distancia el sonido de un fuego que arde.
Cuando abro los ojos finalmente
aún me rodea una profunda oscuridad pero en l