
La palabra inglesa woke ha entrado con fuerza en España: se usa en las tertulias políticas, en las redes sociales y en las charlas de bar. El éxito de este vocablo, empleado hoy para descalificar a quienes defienden los derechos humanos –especialmente la igualdad de género–, es un claro síntoma de que el consenso en torno a estas normas universales ha saltado definitivamente por los aires.
Cada vez más personas de ideología conservadora consideran que los derechos humanos están escorados hacia la izquierda y cada vez más países no se sienten concernidos por los 30 artículos de la Declaración

“No puede ser”. Esto fue lo primero que pensé cuando el 16 de julio saltó a la prensa el escándalo de corrupción que afecta a Cristóbal Montoro. Como yo, millones de españoles han superado su capacidad de asombro. Montoro fue ministro de Hacienda de 2000 a 2004 y de 2011 a 2018, con dos presidentes, José María Aznar y Mariano Rajoy, ambos del conservador Partido Popular, hoy en la oposición.
La noticia ha encabezado todos los periódicos y los informativos. Cada día se descubren nuevos detalles de lo que ya se conoce como el ‘caso Montoro’. En 2006, Montoro fundó la empresa consultora Equipo Eco

Es desconcertante comprobar cómo un paraíso puede acabar transformándose en un infierno: es el caso de Ibiza. En los años 60 del siglo XX, esta pequeña isla mediterránea se convirtió en uno de los destinos favoritos de todo aquel que quisiera una vida sencilla, en armonía con la naturaleza. Pese a la dictadura, Ibiza era un oasis en el que hippies y activistas contraculturales llegados de todo el mundo practicaban el amor libre, fabricaban artesanía y, hay que decirlo, coqueteaban con las drogas, sobre todo cannabis y LSD.
Trufada de olivos, calas cristalinas, caseríos blancos, gente sencilla y

Los británicos se preparan para extender a los jóvenes de 16 y 17 años el derecho al voto: si la reforma –impulsada por el partido laborista, actualmente en el gobierno– fuera aprobada por el Parlamento, 1,6 millones de adolescentes –un 3% de la población– podrían pronto contribuir a decidir sobre el futuro del país. No es la primera vez que Reino Unido se convierte en estandarte de la modernidad legislativa. En 1969 fue la primera gran democracia en rebajar la edad de voto de los 21 a los 18 años. Y hay que recordar que en aquel momento a muchos analistas les pareció irresponsable dar semejan

Siempre me ha intrigado el llamado ‘efecto mirón’, porque muestra bien cómo es la naturaleza humana. Los agentes de tráfico conocen bien este fenómeno: cuando hay un accidente, no solo se colapsa el carril por el que circulaban los vehículos siniestrados, también lo hacen los carriles contrarios: todo el mundo quiere ver qué ha pasado. La desgracia ajena nos atrae, especialmente cuando nos sentimos a salvo.
Los seres humanos somos morbosos, y esa es quizá la clave del éxito de los true crime, esas series basadas en crímenes reales. Como espectadores, preferimos no plantearnos cómo se sentirán l